EL SEOM DESTROZO SALVAJEMENTE EL MUNICIPIO DE SAN PEDRO, AGREDIÓ A PERIODISTAS Y POLICIAS

                                     
El Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SEOM) destrozo el Palacio Municipal de San Pedro, incendio una motocicleta, rompió muros y vidrieras de los comercios aledaños, y arrojo elementos contundentes a periodistas que cubrían la información, luego de haber desparramado basura por todo el casco céntrico de la ciudad.

Este raid delictivo y violento que encabezaron dirigentes del SEOM San Pedro, con el apoyo de otros miembros del gremio llegados desde la capital provincial, se inicio en las últimas horas del domingo y madrugada del lunes.

Los gremialistas comenzaron a arrojar basura por las calles volcando contenedores, quemándolos y vaciando todos los cestos de las casas de vecinos, dejando la ciudad en un estado deplorable de higiene. En la madrugada, cuando un grupo de empleadas se aprestaban a realizar la limpieza de las calles, fueron abordadas con amenazas, les quitaron sus herramientas de trabajo y las rompieron. Al mismo tiempo tomaron varias áreas operativas de la comuna local y no permitieron que el personal municipal ingrese a sus lugares de trabajo, coartando el derecho a trabajar, que ellos mismos decían defender.

Iniciaron una marcha en la que ingresaron al edificio de una cooperativa de transporte de taxis, donde provocaron destrozos y amenazaron a la gente que se encontraba en el lugar.

Luego se ubicaron frente al Palacio Municipal, donde cortaron el transito y continuaron con su protesta que nunca expresó un argumento lógico. En horas del mediodía, sin ningún justificativo comenzaron a arrojar piedras y ladrillos hacia el edificio del municipio destrozándolo completamente, rompiendo vidrios de las ventanas de las oficinas donde se encontraban trabajando el personal de las dependencias administrativas de la Municipalidad que tuvieron que ser evacuados por los techos y algunos periodistas que cubrían la información fueron intimados arrojándoles elementos contundentes, de los cuales algunos de ellos tuvieron que ser atendidos en el hospital local.

La escalada de violencia, luego fue en aumento, cuando se ubicaron en la puerta lateral del municipio, sobre calle Alsina, donde intentaron ingresar al Palacio. Esto no sucedió por la intervención de personal municipal que protegió el lugar, acompañado por un grupo minúsculo de policías que se encontraban dentro del edificio, de manera preventiva.

Violentamente intensificaron el ataque frontal al edificio municipal y a todos aquellos que se encontraban en el interior, ante la ausencia y falta de intervención de las fuerzas de seguridad. Recién, 40 minutos después, llegó personal de Infantería para detener la situación, a pesar de que los mayores destrozos ya se habían concretado.  La policía fue recibida por el SEOM con una embestida directa, arrojando piedras de gran tamaño, palos y otros elementos contundentes con un grado de agresividad inusitado con el saldo de 21 policías heridos, la mayoría de ellos fueron trasladaron al hospital Pablo Soria.

Los destrozos no solo alcanzaron al edificio municipal, oficinas, que son herramientas de trabajo, computadoras y hasta empleados lesionados, sino que también arrojaron al piso e incendiaron motos de trabajadores que se encontraban estacionadas en el lugar.

El SEOM destrozo veredas de la zona céntrica para sacar cascotes que luego tiraban al municipio y hasta rompieron la pared de una vivienda, se metieron al patio de la casa y desde allí agredían a los policías. En el momento más álgido de la brutal manifestación, arrojaron ladrillones enteros que bajaban de un vehiculo del gremio e intentaron prenderle fuego a las ventanas de las oficinas de Intendencia y Jefatura de Gabinete.

Este Municipio aclara que no existió previamente ningún corte de dialogo, habiendo un compromiso con la conducción gremial de ser recibida el día miércoles para evaluar los planteos sindicales, por lo que se desconocen las causas de esta reacción violenta que trata de instalar un conflicto que no tiene sustento.


Además entendemos que ninguna reivindicación sectorial puede estar por encima del derecho de los sampedreños de vivir en paz y armonía, ni poner en riesgo la vida de las personas y los bienes de toda una comunidad.



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